viernes, 29 de enero de 2016

El reto de contar con personas imprescindibles



Ayer escribía el post “Personas imprescindibles… Las que se lo creen y las que de verdad lo son”. Para los que no lo han leído, sí, existen, como las meigas, y el jefe de una persona de verdad imprescindible tiene un bonito reto con él.

Cuando creas un equipo de trabajo, quieres rodearte del mejor equipo posible, de esas personas que hacen que todo “parezca” fácil, de personas comprometidas… de personas imprescindibles. Pero, ¿cómo se gestiona a una persona imprescindible? Hay una ventaja de partida, este tipo de personas “viene motivado de casa”, así que parece fácil… no le saquemos la motivación cuando entre por la puerta.

A este tipo de personas hay que identificarlas cuanto antes, observar qué es lo que valoran, qué necesitan… y cuidarlos. No hablo sólo de pagarles como se merecen, que obviamente hay que hacerlo, sino que además deberemos hacer que no se desmotive, que encuentre en nosotros el referente, el apoyo cuando se siente flojo, el “conseguidor” cuando necesita recursos, apoyo, ayuda para seguir haciendo que todo sea fácil.

Parecerán muy obvias las siguientes premisas, pero si de verdad lo fueran, entonces no nos habríamos encontrado en demasiadas ocasiones en ver desfilar en fila de a uno a nuestros compañeros más valiosos… Hablo de cosas que he visto cómo han desmotivado a personas realmente brillantes, y de cosas que a mí misma me han hecho sentir que no estaba en el lugar adecuado…


  • Las falsas expectativas, o la ausencia de ellas. Explícale a cada persona de tu equipo qué esperas de él, de forma individual y como parte del equipo. Cuéntale lo que puede hacer, cómo puede desarrollarse e invítalo a participar. Escúchalo, conócelo, es la única manera de saber lo que de verdad le motiva a seguir adelante.
  • Las promesas incumplidas. No prometas aquello que no puedas cumplir, o que no dependa de ti cumplir, porque si después de haber logrado un éxito no lo cumples, la confianza se habrá ido al garete. Y la confianza es fundamental, pero tiene un defecto… tarda años en conseguirse y segundos en perderse.
  • La falta de apoyo o de comunicación. Todos hemos necesitado alguna vez acudir a nuestro jefe o nuestra persona de referencia para plantearle dudas o situaciones que nos preocupan. Cuando lo que recibimos no se tiene en consideración, lo que tenemos es desaliento, des-comunicación y frustración. Esa sensación de “para qué voy a decirlo…” es terrible porque casi siempre degenera en “este no es mi lugar”. ¿Cómo se puede seguir adelante con entusiasmo si nadie te apoya, nadie te escucha, ni nadie se interesa por tus observaciones?
  • Reconocimientos vacíos. Si vas a felicitar o a reconocer el trabajo de un miembro de tu equipo, hazlo de corazón o no lo hagas. Los reconocimientos ayudan a que las personas se sientan motivadas en la realización de sus funciones dentro de las empresas. Sin embargo, es muy importante cómo se hacen los reconocimientos, no se deben hacer por simple costumbre. Premia cuando es de verdad, y que ese reconocimiento llegue a su destinatario. No nombres al empleado del mes y luego no lo saludes por el pasillo… A mí me ha servido el saber el nombre de las personas, sus gustos y el darles las gracias y felicitarlos de manera genuina. No creas que aprenderte el nombre de los miembros de tu equipo, aunque sean más de 100, es una nimiedad, hará que se sientan parte del equipo, y que realmente son importantes… porque lo son, porque sin ellos el trabajo y el proyecto no sale, por muy buen gestor que seas.
  • Y cuando en tu equipo tengas identificada a la persona imprescindible, no lo “pongas azul” y déjalo respirar, aunque no se queje, aunque siempre diga sí, aunque no pierda la sonrisa. Que sea brillante, que sea el que te hace el trabajo más fácil, que sea el que siempre está dispuesto, no puede hacerte olvidar que hay más personas en el equipo, y que también estás tú, para hacer tu parte y cuidar de tu equipo.

¡Todo un reto! ¡Disfrútalo y hazte imprescindible para tu equipo de imprescindibles! El destino siempre pone en nuestro camino a personas imprescindibles que nos ayudarán a crecer cuando las hagamos crecer con nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario