lunes, 29 de febrero de 2016

¿Quién se ha llevado mi queso?



Curioso título para un libro fascinante lleno de frases que te harán reflexionar.

A pesar de lo curioso de este libro de Spencer Johnson, es toda una reflexión sobre cómo adaptarnos a un mundo en constante cambio. A través de cuatro personajes que reaccionan de diferente manera, nos hace pensar en qué hacemos nosotros. Yo me he visto reflejada en parte en cada uno de los personajes a lo largo de mi vida profesional:

  • Fisgón; un ratoncillo que enseguida detecta que algo está cambiando. Es en esos momentos de lucidez en los que uno está centrado en su trabajo, atento a las situaciones cambiantes y sin miedo a tomar decisiones para adelantarse a los cambios que, queramos o no, se van a producir.
  • Escurridizo: otro ratoncillo, que se apresura a veces a la hora de decidir, actuando a veces antes de pensar, pero que tampoco se queda quieto, aunque a veces ha de corregir las consecuencias de sus acciones
  • Hem: un liliputiense que se niega al cambio, no quiere verlo y es un cabezota, aunque detrás lo que se esconde es el temor que todos llevamos dentro a que el cambio nos lleve a algo peor. La resistencia natural de las personas al cambio.
  • Haw: el último de los personajes, el que aprende a adaptarse a tiempo, en cuanto comprende que el cambio se va a producir sí o sí, y tiene que aceptarlo y se convence de que va a llevarle a algo mejor.

El libro es de fácil lectura, es sólo una parábola para intentar ayudarnos a entender un mundo que se mueve, cada vez más acelerado, en constante cambio. Va incorporando "frases luz" que va escribiendo en las paredes Haw en su viaje a través del laberinto que lo asusta, pero al que se enfrenta para alcanzar algo mejor.


Os copio literal la primera cita del libro ... empezando fuerte: 
"La vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos en el que tenemos que buscar nuestro camino, perdidos y confusos, detenidos, de vez en cuando, por un callejón sin salida.
Pero, si tenemos fe, siempre se abre una puerta ante nosotros; quizá no sea lo que imaginamos, pero sí será, finalmente, la que demuestre ser buena para nosotros"
A. J, Cronin


Que lo disfrutéis!!

martes, 23 de febrero de 2016

Entrevistar al entrevistador ¿Por qué no?



A lo largo de mi vida profesional he hecho cientos de entrevistas a un lado y al otro de la mesa, cuando yo era la candidata y cuando era la entrevistadora. A pesar de que todas ellas mantenían ciertos parecidos, todas fueron diferentes y de todas he aprendido algo, desde ambos puntos de vista.

Muchas veces cuando vamos a hacer una entrevista a una empresa, el que está "al otro lado de la mesa" no es consciente, o no quiere serlo, de que también está siendo entrevistado. ¿Por qué no pensarlo así? Un trabajo es una relación entre dos partes, y si sólo van las preguntas hacia el candidato, nos estamos perdiendo la mitad ¿o no?

¿No os han preguntado muchas veces si tenéis alguna duda o alguna cuestión que plantear? ¿Por qué no aprovechar el momento para preguntar? Pero claro, tenemos que hacer preguntas que no "incomoden" pero que no nos quedemos sin saber y tengamos dudas sobre nuestra incorporación que nos hagan pensar en que hemos tomado una decisión equivocada o sin tener toda la información. Algunas de las preguntas que yo considero importantes, y que no deberían molestar a nadie, son las siguientes:

  • ¿Cómo es un día de trabajo aquí?
  • ¿Cuáles son las prioridades de la empresa?
  • ¿Qué expectativas tiene la empresa del perfil que estáis ofertando?
  • ¿Qué expectativas tiene la persona que será mi responsable / jefe de esta incorporación?
  • ¿Quiénes van a ser mis clientes internos y externos?
  • ¿Cómo va a contribuir mi trabajo al éxito de la compañía?
Cualquiera que nos esté haciendo una entrevista debería ser capaz de respondernos, y nos dará una información muy válida a la hora de tomar una decisión, mucho más allá de horario o salario, que parece que son las únicas preguntas que cuando "se olvidan" de contarnos, hacemos. Por suerte hay cosas tanto o más importantes que esas dos, que sin ser ninguna tontería, pueden ser más parecidas entre puestos similares en distintas empresas. Además, al final, el salario y el horario son dos aspectos que a corto plazo pierden importancia si nos encontramos en un entorno "cómodo" donde sabemos qué lugar ocupamos y qué se espera de nosotros, donde poder crecer y desarrollarnos sin sentirnos engañados y conociendo en dónde nos estamos metiendo.

lunes, 22 de febrero de 2016

4000 y subiendo ...

4000 y subiendo... en cohete

Sinceramente, sin palabras. Sois más de 4000 los que habéis considerado y consideráis que vale la pena seguirme, tenerme entre vuestros contactos en LinkedIn, participar en mis grupos y comentar mis posts.

Gracias, una vez más, a todos y cada uno de vosotros. Cada comentario enriquece, cada contacto aporta, cada seguidor me hace crecer. Una vez más, y van 4000 ... GRACIAS!!!


Sentido común... el menos común de los sentidos



La semana pasada estuve en un curso sobre gestión de proyectos con Scrum Manager. ¿Y qué hace una persona certificada en PMP, que es el summum de metodología de gestión de proyectos predictiva metida en la agilidad? Es sencillo ... por sentido común. Como leo todo lo que cae en mis manos... o todo lo que despierta mi interés de entre lo que cae en mis manos, me encontré con los 4 principios del Manifiesto Ágil (http://www.agilemanifesto.org):

"Hemos aprendido a valorar:


Individuos y sus interacciones sobre procesos y herramientas
Software funcionando sobre documentación extensiva
Colaboración con el cliente sobre negociación contractual
Respuesta ante el cambio sobre seguir un plan

Esto es, aunque valoramos los elementos de la derecha, valoramos más los de la izquierda."

Al final, me encontraba con una metodología de gestión con mucho, mucho, mucho sentido común, que ponía de manifiesto lo que yo siempre he pensado de los procesos. Los procesos no son un fin en sí mismo, sino un medio para conseguir nuestro objetivo, y si esto supone que nos retrasan, que son engorrosos, que son burocráticos y, en resumen, que no nos sirven, ¿por qué no cambiarlos?. Es curioso cómo a veces nos complicamos la vida para seguir un proceso que todos pensamos que es "una tortura" y nadie hace nada por cambiarlo.

Además, me he encontrado también con el principio que siempre he defendido, dicho de otro modo, pero el mismo principio: Sin personas, sin equipo, no importa cómo de buenos sean nuestros procesos y las herramientas que tengamos, nuestros proyectos no tendrán éxito. ¿Esto quiere decir que los procesos no valen? No, en absoluto, claro que valen. Todo, en la vida, es un proceso... nacer, morir, vivir... Lo que tenemos que hacer es ponerle un poco de sentido común a todo lo que hacemos y, sobre todo, no hacernos "fundamentalistas" y pensar que nuestra manera de hacer las cosas es la única que vale. Seguro que no es la peor... ni la mejor, pero si no nos lo planteamos nunca, no habrá evolución.

Y el Manifiesto Ágil no sólo dice que las personas importan, son lo que importan, sino que además le pone tanto sentido común a la manera de funcionar, que parece que por sí mismo convence... Conmigo lo ha hecho.


miércoles, 10 de febrero de 2016

Humildad como cualidad de un líder



Cuando uno se pone a analizar las cualidades de un buen líder se le ocurren adjetivos como respeto, trabajo en equipo, disciplina, integridad, responsabilidad, equidad, atención … ya tenemos difícil encontrarlas integradas en una persona en los niveles adecuados, y seguro que me he dejado alguna característica más. Hay un adjetivo que me he dejado conscientemente porque creo que merece una reflexión aparte, ha sido motivo de “discusión” en varias ocasiones entre mis conocidos y hay opiniones para todos los gustos. ¿Está reñida la humildad con el liderazgo?

Antes de decidir si está o no reñida con esta cualidad humana, quizás sería bueno pensar en qué entendemos por humildad, que nada tiene que ver con la falsa modestia ni en infravalorarse por principio. La humildad es más el ser auténtico, sin pretensiones ni arrogancia, el saber reconocerse a uno mismo, sus virtudes y defectos y saber vivir con ello, actuando sobre los puntos fuertes para mejorarlos y sobre los débiles para mejorarlos. Mi padre me dijo una vez: “Allá donde vayas, siempre te podrás encontrar a personas que son mejores y peores que tú, pero lo importante es saber ocupar tu sitio entre ellas”. No sé si él se acordará de habérmelo dicho ni si la frase es o no suya (si no lo es, mis disculpas al autor), lo que sí me sirve es para ilustrar lo que yo considero humildad y, desde ese punto de vista, ¿en qué punto está reñido con el liderazgo?

Sin la humildad el líder no estará preparado nunca para la transición. El líder que verdaderamente lo es tiene que ser capaz de dar sucesión a su liderazgo, y no sólo eso, sino preparar al gran líder que ha de venir tras él y concebir el liderazgo no como su cualidad propia, sino como un proceso de crecimiento conjunto, suyo y de su equipo. Quizás esta sea una de las partes más complicadas del liderazgo, preparar tu propia salida mediante el desarrollo de tu equipo, identificando fortalezas y debilidades de cada uno de los miembros del equipo, desarrollándolos de manera que den continuidad a los planes de la empresa y que compartan su estrategia, su visión. Es la parte más difícil porque quizás la sociedad en la que vivimos, de competencia y “tiburones” no se prepara la sucesión, sino que nos “amarramos a la silla” y le ponemos freno al crecimiento de los demás por miedo a perder nuestro estatus y así, cuando surge la situación, lo único que ocurre es que el que ha sido un buen líder deja de serlo. Un buen líder tiene que tener la humildad necesaria para identificar y preparar al que es mejor que él, rodearse de los mejores, y apartarse en el momento oportuno y ceder “el mando”. Saber que hay momentos en los que hay que dejar que otros sigan lo que uno ha arrancado e ir a por otro proyecto que construir, otro equipo que liderar, otro líder que crear.

Si alguien asume roles y aspira demasiado alto por vanidad u orgullo, se engañará a sí mismo, pero si sabe aceptar la verdad sobre sí mismo, desarrollará gradualmente un concepto más preciso de su propia persona, lo que lo convertirá en un mejor líder.

Al fin y al cabo, la humildad es la que le permitirá a un líder reconocer que depende de sus seguidores, de su equipo, por lo tanto no debe empañar su visión, solamente reflejándose a sí mismo. Es la cualidad que calla nuestras virtudes, pero que debe dejar que los demás las descubran.

domingo, 7 de febrero de 2016

Gracias, gracias, gracias


Por encima de 2500 seguidores ... En ningún momento me cansaré de agradeceros vuestras lecturas, el que os merezca la pena hacerlo y el que cada semana seáis más los que aportéis comentarios, pongáis like o compartáis mis publicaciones. Gracias, gracias, gracias... de todo corazón. Os invito a que sigáis haciéndolo, con la opinión de todos y las aportaciones de todos, seguiremos creciendo en conocimiento, puntos de vista y aportaciones



Mi jefe ideal sería...





En estos días se ha publicado en LinkedIn, muchos lo habréis visto, esta imagen…





Las respuestas que hubo me hicieron pensar en cómo es / sería mi jefe ideal, en cómo soy yo para mi equipo… y en cómo quiero ser. Reflexionando un momento sobre las tres opciones, me di cuenta de que para mí un jefe ideal debe cumplir un poco de las tres, pero ninguna en exclusiva. Un buen jefe es el que consigue que dé lo mejor de mí a nivel profesional, que me ayuda a conseguir los objetivos del proyecto, del equipo y de la compañía, pero que no se olvide de que detrás del rol que desempeño hay una persona.

¿Eso quiere decir que necesito que se preocupe por mi vida personal? En realidad no, en realidad para eso no se tiene un jefe, se tiene a un amigo, a un compañero, a la familia. El jefe sí debe preocuparse de uno como persona, pero no necesariamente preocuparse por la vida personal. ¿Que hay jefes que se convierten en amigos, en compañeros, en confidentes? Sí, los hay, pero eso va más allá del rol de jefe, y es la persona que está detrás del rol. Yo cambiaría la frase por: Se preocupa por las personas que trabajan con él.

Respeta los horarios. ¿Eso no es un tópico? ¿No es un poco culpa “mía”? En casi todas las organizaciones en las que he trabajado hay comentarios del tipo… “es que el jefe siempre me está marcando reuniones fuera de hora”, “es que si te vas a tu hora te miran mal”, es que, es que, es que… Hay una fórmula “mágica” para esas situaciones. Se llama “marcar límites y decir NO”, si realmente no queremos hacerlo. ¿Pero no será que no queremos diferenciarnos? ¿No será que es mejor quejarse que resolver una situación incómoda? Yo no creo que todos los días haya que quedarse porque sí, por imagen, por calentar la silla. Eso ni sirve para nada ni le sirve a nadie y además, si el jefe que tenemos sólo quiere vernos en nuestro sitio… ese no es un buen lugar para trabajar ni para desarrollarse ni profesional ni personalmente.
¿Puede haber situaciones en las que es necesario arrimar el hombro y “echar horas” para sacar algo adelante? ¡Claro! Es lo que tienen los proyectos, los imprevistos y los cambios. Pero eso no puede ser la rutina y, si lo es, es que algo está mal planificado, mal dimensionado, y es hora de hacerlo saber. Y estoy diciendo esto y al mismo tiempo he hecho jornadas maratonianas más de una vez, pero nunca “por deporte” ni porque un jefe marque empezar una reunión después de la jornada laboral, ni porque aparezca cuando “tiene a bien” y pretenda que su equipo se quede más rato porque él tiene un horario diferente.

Y la tercera opción, personalidad amigable. Está claro que todos queremos relacionarnos con personas “amigables”, comprensivas, acogedoras. ¿Pero esto es suficiente para un jefe? Para mí no lo es, y si tengo que elegir, prefiero menos amigable, pero que se gane el respeto profesional de su equipo. Para mí un jefe ha de ser una persona referente laboralmente, de quien aprender cada día a gestionar, a planificar, a comunicar, a dirigir … a trabajar. Una persona que me ayude en mi desarrollo profesional mientras yo le ayudo al suyo, haciendo su trabajo más cómodo.

¿Existen de estos jefes? Por suerte, sí.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Los consejos y reflexiones tras el encuentro de directivos 100 Consejos para el 2016



Esta mañana tuve el placer de asistir al II Encuentro para directivos líderes en el Palacio de Congresos de Galicia, en Santiago de Compostela. Acabé allí por casualidades de la vida, porque Roberto Pérez Marijuán me lo dijo, casi sin tiempo ni de inscribirme, pero lo conseguí, y además tuve el placer de conocerle en persona y nos falta un café que tomar para hablar de "cosas interesantes", así que doble gracias Roberto!.

¿Por qué me apeteció ir? Pues porque el título prometía... 100 Consejos para el 2016. Vi el programa, y los ponentes... prometía y cumplió expectativas, y aunque "todos" los ponentes, un lujo todos juntos, decían que no se sentían con capacidad para dar consejos, todas sus reflexiones nos dieron en qué pensar. ¿Por qué todos lo he puesto entre comillas? Porque así empezaron, uno tras otro, yo no puedo dar consejos... hasta que llegó el señor Martínez Covelo, que empezó su ponencia con una frase que enganchó al público y nos hizo sonteír a más de uno: "Pues yo voy a atreverme a dar consejos... aunque más atrevidos son ustedes si los siguen". Mi sonrisa fue porque, si me permite la licencia señor Martínez Covelo, me recordó usted a mi padre, que dice que cuando uno ha cumplido ya los años que tiene, se puede permitir la licencia de dar consejos... y de que no le parezca demasiado mal si no los siguen... 

Comencé la jornada conectada al twitter @acto100consejos, y cada vez que había una "frase luz", una reflexión que me hacía pensar y que creía que merecía la pena compartir, la twiteaba online, así que muchas de las frases de este resumen ya están ahí. Pero, la tecnología a veces tiene estas cosas, y mi teléfono decidió que ya estaba bien de trabajar, así que para los últimos ponentes tuve que tirar de backup (boli y libreta de toda la vida),  pero también me apetecía recopilar sus "consejos", que seguro que todos juntos, nos vienen bien en algún momento. 

Así que sin más "rollos", ahí os dejo las frases que más me han gustado, por distintos motivos, de todos los ponentes... ¡un elenco de lujo! Me guardo mis reflexiones y os dejo las frases casi tal cual las han dicho, para permitiros que saquéis vuestras propias conclusiones:

José María Arias Mosquera (Vicepresidente Banco Popular y Presidente Banco Pastor)


  • La educación debe ser un medio para conseguir un fin y no un fin en sí mismo
  • Si quieres ser flexible en tus negocios tienes que ser muy ágil en todos los aspectos de tu vida
  • Usa big data para conocer y segmentar a tus clientes y ofrecerles justo lo que necesitan
  • No se puede saber nada con absoluta certeza, incluso en los casos en los que uno cree estar seguro

Tino Fernández Pico (Presidente Altia y Presidente RC Deportivo A Coruña)


  • En la empresa hay que venir "llorados" de casa y centrarse en solucionar los problemas, no en lamentarse de ellos. Hay que invertir más tiempo en solucionar que en quejarse
  • No puedes dejar de creer que no va a salir. Así has de arrancar por las mañanas: Ilusión, esfuerzo y trabajo
  • Lo primero que dice al entrar en una reunión: Estoy dispuesto a cambiar de opinión... pero tienes que convencerme
  • Una empresa que no gana dinero es un zombie. Acabará fallando a sus clientes, a sus trabajadores y a todo lo que la rodea
  • No tenemos que dar por supuesto que nos entienden. Somos buenos si lo somos en la cabeza del que nos paga
  • Ilusión + Trabajo = Éxito

Indalecio Cuevas Montes (Presidente Grupo Darlim)


  • Hay que actuar todos los días con el máximo entusiasmo para no dejar nunca de ser entusiasta
  • Si quieres triunfar rodéate de gente como mínimo mejor que tú
  • La cultura de la empresa la hacen todos los empleados, desde la dirección hasta la recepcionista
  • A mi gente le pido que sea "darlimista", que se resume en ser apasionado, amar lo que haces, romper con el conformismo y tener espíritu luchador

Guadalupe Murillo Solís (Directora General Pescamar y Presidenta Pontevedra FC)


  • Hay que ser líder con el ejemplo y con la presencia. El líder necesita a su equipo y el equipo necesita a su líder
  • He llegado a ser quien soy porque he conseguido hacer un equipo que funciona solo, y que me ha permitido hacer más cosas
  • Hay que delegar sin desaparecer. Si no delegas con confianza, no puedes seguir creciendo ni hacer que tu equipo crezca
  • He aprendido de todos en mi vida, desde los compañeros titulados y de señoras que llevan en la conservera 40 años haciendo cada día lo que mejor sabían hacer. Hay que estar abiertos al aprendizaje, venga de donde venga
  • Debes ser consciente de que el éxito supone renuncias, pero también hay que saber primar la calidad del tiempo que pasas con los tuyos. La conciliación es una utopía.
  • No hay más mujeres en los puestos directivos no porque los hombres no quieran, sino porque las mujeres no queremos
  • Todo lo que hago en la vida es devolver a la sociedad la suerte que yo he tenido. Esto nos lo contó tras relatarnos una experiencia personal durísima. ¡Bravo Lupe!

José María Fonseca Moretón (Presidente Terras Gauda)


  • El día que una empresa empiece a dejar de renovarse empieza su cuenta atrás
  • Lo que no se conoce no existe. Hay que darnos a conocer a los clientes, porque no van a venir a la puerta de casa a llamar

Juan María Loureda Mantiñán (Vicepresidente Grupo Puentes)


  • Más puentes y menos muros (eslogan de la empresa)
  • Cuida siempre de aquellos que siempre han cuidado de tu empresa. Cuida de tu gente
  • Para avanzar hay que tener capacidad de adaptarse: Ductilidad
  • Si las Administraciones tienen deudas, arruinan a un país. Hay que conseguir el compromiso de todos en el control del circulante. Es la clave de la gestión
  • Cierto grado de vanidad es positivo. No nos deben acobardar agentes externos y debemos ser conscientes de nuestras capacidades reales y confiar en ellas.
  • Un puente no es sólo salvar un obstáculo, sino que es la oportunidad de seguir tendiendo más puentes

Emma Lustres Gómez (Cofundadora Vaca Films)


  • El secreto de nuestro éxito es que tratamos de ser felices con lo que hacemos. 
  • Tenemos éxito porque todos los días disfrutamos de lo que hacemos, nos inspiramos en la actualidad, la literatura o los hechos históricos. Investigamos sobre lo que la gente quiere ver y trabajamos para crearlo.
  • Debes buscar la felicidad en lo profesional y en lo personal y si algo no te hace feliz, debes cambiarlo, sin tener miedo a tomar las decisiones que debes tomar
  • El éxito empieza por conocerse bien a uno mismo. Es una lástima que los jóvenes, cuando se enfrentan a la elección de sus estudios, no sean conscientes de sus debilidades y fortalezas y que nadie les haya enseñado a ser conscientes de ellas para tomar sus propias decisiones
  • El que no esté dispuesto a seguir aprendiendo siempre, y realmente aprenda, se estancará. Hay que observar mucho cada día para avanzar.
  • El éxito es la felicidad y sin felicidad no hay éxito
  • Lo importante es poner el alma en lo que haces y crear trascendencia

José Luciano Martínez Covelo (Presidente Marsan SL y Presidente del Clúster de Empresas de Automoción de Galicia)


  • Tres palabras básicas para el éxito: colaboración, colaboración, colaboración
  • Hay que asociarse para protegerse y crecer. Aunque haya al principio recelos, el tiempo y los buenos resultados son los que dan la razón
  • Las buenas ideas, bien pensadas y maduradas hay que convertirlas en realidad con prontitud
  • En los próximos 5 años se van a producir más cambios en las empresas que en los últimos 50. Hay que estar preparados para el cambio
  • La fábrica del futuro pasa por la fábrica del presente, pero no hay que dormirse, porque el futuro es ya
  • Se debe formar y preparar el clima empresarial para proporcionar el servicio adecuado al cliente y convertir la vocación de servicio en nuestra estrategia
  • Se debe tener una línea base, como un plan estratégico, que nos obligue a reflexionar. Es indispensable un hilo conductor para poder tomar las decisiones con origen en el presente y destino en el futuro.
  • Los pilares son: Método, Reflexión, Equipo
  • Lo más importante de una empresa es su equipo de personas, que no son "empleados" sino COLABORADORES, porque deben ser personas que siempre aportan, no sólo reciben.
  • A un colaborador le pido 3 cosas: Ojos de ver, altura de miras y honestidad intelectual
  • De todas las cosas y lugares por los que pasamos en la vida hay que buscarles el lado positivo... y encontrarlo, porque lo tienen
  • Hay que escuchar mucho, reflexionar mucho... y hablar poco. Pero no se debe llegar a la parálisis por el análisis, sino que hay que mirar con perspectiva para tomar buenas decisiones
Y la última frase, tan buena como el inicio cuando nos dijo que se creía en capacidad de dar consejos ... "Si alguna de mis reflexiones no les sirve, por favor devuélvanmela"

Manuel Rodríguez Vázquez (Presidente Grupo Rodman)


  • La ventaja de hablar de último es que puede ir orientando su discurso, el inconveniente es que los predecesores ya han dicho todo
  • Emprender es responsabilizarse del propio destino profesional
  • Es mejor emprender en momentos de crisis
  • Es mejor trabajar que no trabajar, y no debemos limitarnos a "hacer tareas"
  • El futuro está lleno de oportunidades, algunas que ni siquiera podemos imaginar
  • No debemos tener miedo de plantear nuevas ideas o transformar sectores maduros, de hecho debemos hacerlo
  • El modelo de emprendimiento que surja es el que tenemos que construir nosotros mismos
  • Se necesitan nuevas capacidades básicas. Siempre hay que aprender y estar alerta
  • Es imprescindible la capacidad de adaptación constante al mercado. El cliente es lo más importante, y lo que de verdad da valor a nuestros productos
  • El emprendedor es atrevido y nunca se rinde. Si hay un error no se acaba el mundo, sólo hay que volver a empezar.
  • Hay que rodearse del mejor equipo posible y tener siempre capacidad de escucha y adaptación
  • Sin presión no hay caudal. Preparaos para trabajar duro

El resumen que sacaría de todo: lo importante son las personas, el trabajo, la comunicación, el equipo, la ilusión, la felicidad ... ¿No nos han descubierto la pólvora? Quizás no, pero no nos ha venido mal que nos lo recordasen. Lo mejor: nadie habló de "entes" ni de "números", el éxito está en las personas.

Si he puesto palabras de alguno en boca de otro, por favor disculpadme. Ha sido un placer escucharos y como decía Terio Carrera en la despedida... parece ser que tienen 100 consejos más... pero se los guardan para el año que viene. 

¡Enhorabuena!

martes, 2 de febrero de 2016

El valor de los procesos



"Sobrestimamos el evento y subestimamos el proceso, pero cada sueño realizado ha sucedido gracias a la dedicación y ejecución de un proceso".

En nuestra cabeza está anclada la idea de que un proceso es algo terriblemente tedioso y burocrático y nos olvidamos de que todo en la vida es un proceso... desde que somos sólo una unión de dos células hasta levantarse cada mañana, hacernos un café, el trabajo diario, los planes de vacaciones... y hasta el último día de nuestra vida. Ser conscientes de ello quizás nos haga menos resistentes al cambio y a la mejora continua de los procesos, los que nos convierten en lo que somos.

Cómo "atraer" el talento hacia la empresa




El grupo Manpower ha publicado recientemente un informe en el que da a las empresas lo que considera las claves para llegar al perfil de empleados que pretenden reclutar. Estos consejos son la conclusión de las respuestas de una encuesta realizada a más de 200 solicitantes de empleo. Son cinco pautas y todas ellas están enfocados a la personalización de la conexión con los posibles futuros empleados y al cuidado de las herramientas tecnológicas.


Además, lo que no deberían olvidar las empresas, es que el talento no sólo hay que atraerlo, sino que una vez incorporado, si han tenido la suerte de hacerlo, deben cuidarlo, retenerlo y hacerlo crecer. Es una política que parece que pocos ven que sólo da beneficio y muchos sólo lo ven como "coste". A estas personas que sólo ven el dinero, quizás habría que plantearles qué es más caro... cuidar el talento, desarrollarlo y formarlo... o estar rodeado de un equipo incompetente que se queda obsoleto.

lunes, 1 de febrero de 2016

La frase del día... 01/02/2016



"No basta con querer: debes preguntarte a ti mismo qué vas a hacer para conseguir lo que quieres”

Franklin D. Roosevelt

La tendencia del universo es la mínima entropía



Roberto era un emprendedor de éxito. Había conseguido montar su empresa, tenía grandes ideas, ilusión, talento y ganas, muchas ganas de seguir. Era una de esas personas que siempre tienen ideas brillantes, de esas que te sorprenden día a día… Lo había conseguido, lo que empezó como “un grupo de amigos con mucha ilusión” se había convertido en una empresa con un número más que respetable de trabajadores. 

Pero algo no marchaba bien, Roberto estaba preocupado porque tenía la sensación de que se estaban estancando, que no podía hacer crecer sus ideas. A él nunca le preocupó demasiado el dinero, siempre se las apañaba para encontrar financiación, pero ahora no era ese el problema. Su pequeño grupo de amigos había crecido demasiado y la gestión de las personas y de los trabajos se estaba complicando demasiado. Seguían funcionando como cuando eran cuatro. Cada uno guardaba su documentación y sus proyectos en su equipo, la información no se compartía, su ilusión y su negocio era un montón de “Reinos de Taifas” donde cada uno tenía “su tesoro” en forma de conocimiento.  

Roberto sabía que lo suyo era la innovación, las ideas, el crear, el construir, así que se dijo… para profesionalizar mi empresa tengo que contratar gestores, personas con experiencia en gestión empresarial, gestión de equipos y conocimiento del entorno empresarial. Así que, dicho y hecho. Contrató a dos expertos, Antonio y Manuel, con mucho bagaje en gestión y en proyectos y les contó su proyecto, lo que quería hacer, lo que había que cambiar para poder seguir creciendo. También les dijo que su empresa era “especial”, que estaba llena de personas con muchísimo talento, que él siempre se había rodeado de los mejores, pero que nunca le habían puesto una “capa de gestión” por encima, así que había que gestionar el cambio poquito a poco. 

Así que empezó el reto del crecimiento de la empresa. Antonio y Manuel empezaron su tarea de conocer la empresa, las personas, los proyectos, la cultura, las políticas, la manera de hacer las cosas. Roberto los presentó a sus chicos como dos “fichajes estrella”, lo mejor de lo mejor que se había encontrado y que iban ayudarles a crecer, a mejorar y a ser los mejores. No se puede empezar mejor ni con más ilusión.

Tras un par de meses de conocimiento, Antonio y Manuel empezaron a proponer ligeros cambios, que fueron recibidos con aplausos por unos… y con uñas afiladas por otros. Unos apostaban por hacer equipo, compartir información, utilizar herramientas de gestión… otros no querían saber nada del cambio. Llevaban demasiado tiempo haciendo las cosas de la misma manera, siendo sus propios gestores y temían por sus puestos si “los nuevos” venían ahora a poner de manifiesto sus debilidades.
Antonio y Manuel trasladaron la situación a Roberto, su preocupación, su necesidad de “involucrarse” de trasladar la confianza en el cambio, en SU proyecto al equipo, que tenía miedo a perder su “poder”. Roberto siempre había sido una persona muy cercana a su equipo, muy protectora del mismo y con mucha confianza en los suyos, con lo que prometió hablar con sus chicos y ayudar al cambio.

El día a día, la necesidad de seguir creando, la ilusión por sus nuevos proyectos, sus nuevas ideas, fueron haciendo que los plazos se fueran alargando, y Roberto pospuso el comunicar a su gente que había otras maneras de hacer las cosas, de evitar la resistencia al cambio. ¿Y qué pasó? Pasó que el excesivo “celo”, el escuchar quejas de “duele cambiar” de sus chicos le hizo perder la confianza en Antonio y Manuel… y decidió despedirlos. Sin más, no era el momento, no estaba preparado, no quería “problemas”… Si hasta ahora le había ido bien haciendo las cosas como siempre se habían hecho en su empresa, en su sueño… ¿Por qué no iba a seguir siendo así?